Seguramente alguna vez te has topado con algún perno (o tuerca) flojo en tu bicicleta. Dijiste: “es sencillo… cuestión de un ajustón”. Le diste con la llave pero el condenado se volvió a aflojar en pocos días. Pensaste que de repente el ajuste fue insuficiente, así que ahora le aplicaste más fuerza a la llave… y el perno se robó. En algunos casos, no hay ajuste o “huacha” que evite [ Leer más ]